Cambiar el ciclo del consumo crear, comprar y desechar
- El reciclaje es crucial, pero reducir, reutilizar y reparar son básicos para reducir la huella humana en el planeta.
El plan de Suecia contra el consumo desaforado: bajar los impuestos sobre las reparaciones:
si no lo desecha, no querrá uno nuevo: el gobierno sueco se enfrenta a la “cultura de lo desechable” reduciendo el IVA sobre las reparaciones de todo, desde bicicletas hasta lavadoras.
Los aparatos electrónicos están programados para que duren un tiempo determinado. La bajada de impuesto podría hacer que, por fin, la reparación y el mantenimiento de, por ejemplo, una lavadora salga más barato que adquirir una nueva.
La preocupación de los suecos por su huella de carbono es evidente. Desde 1980, según datos de The Global Economy y el Banco Mundial, el país ha rebajado el nivel de emisiones de carbono. Desde 1990, sus emisiones anuales de CO2 han disminuido un 23%. No solo este país ha logrado disminuir sus emisiones, sino que más de la mitad de la electricidad que produce proviene de fuentes renovables. Y eso es, en gran parte, gracias a la basura.
Los aparatos electrónicos están programados para que duren un tiempo determinado. La bajada de impuesto podría hacer que, por fin, la reparación y el mantenimiento de, por ejemplo, una lavadora salga más barato que adquirir una nueva.
La preocupación de los suecos por su huella de carbono es evidente. Desde 1980, según datos de The Global Economy y el Banco Mundial, el país ha rebajado el nivel de emisiones de carbono. Desde 1990, sus emisiones anuales de CO2 han disminuido un 23%. No solo este país ha logrado disminuir sus emisiones, sino que más de la mitad de la electricidad que produce proviene de fuentes renovables. Y eso es, en gran parte, gracias a la basura.
Este país recicla y reutiliza el 99% de sus residuos para generar energía. Además, cada año importa ingentes toneladas de residuos para ese propósito. En el campo del vidrio, el mínimo exigido por la Unión Europea es un 60% de este material reciclado. España traspasó esa cifra en 2007, aunque países como Suecia, Suiza o Bélgica ya superan el 90%.
“Cada vez hay más comprensión ante el hecho de que necesitamos hacer durar más nuestras pertenencias, ya que sólo así podremos reducir el consumo de materias primas”, apunta Per Bolund, ministro de Mercado Financiero y Consumo, uno de los seis miembros del partido de Los Verdes en el Gabinete.
En este campo, de nuevo, los países nórdicos vuelven a ser un ejemplo. Esta vez, la lección es clara: cuidar lo que tenemos es beneficioso para el medio ambiente.
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