El hombre solo ha creado guerras.

Los niños queremos la paz.

En tres mil años, cinco mil guerras… ¿La vida es solo para pelear? ¿La vida es solo para matar, masacrar, violar? Toda la historia está llena de asesinatos, y tú llamas a esos asesinos de grandes hombres.

El cristianismo destruyó millares de mujeres sabias, las quemó vivas. Inclusive el nombre “bruja” – que significa “una mujer sabia” y nada más – se volvió tan condenable. Y lo mismo sucedió en Oriente. Todas las religiones prohibieron mujeres, y yo puedo ver que la razón es el gran miedo de que si las mujeres fueran permitidas a tener las mismas oportunidades que les son dadas a los hombres, ellas estarían muy avanzadas en la experiencia de la Verdad, en la experiencia de lo más sagrado.

Si en todo el mundo se le permitiese a la mujer la libertad de desarrollar su potencial, habría muchas, muchas mujeres iluminadas; muchas, muchas mujeres místicas, poetisas, pintoras. Y ellas mejorarán el mundo entero. Ellas le darán también al hombre nuevas dimensiones, porque sus maneras de ver las cosas son diferentes. La vida se tornaría más rica.