El pequeño yo.
Kankuy |
Me gustaría explorar aún más esa noción de pequeño yo. El pequeño yo está en la presidencia de la república, en el papado, en el lamado… Donde hay posición de poder, ahí está inserto, porque adora el poder.
¡Es hilarante! Registro ocurrencias lúdicas de performances del pequeño yo. Hubo el caso, durante un Satsang, en que alguien se levantó y me dio su nombre y apellido para situarme al respecto de quién era. El pequeño yo es realmente descarado y cree fielmente que las formas, los pensamientos y los nombres que él sujeta son él. Pero no pasan de posiciones. Es todo estrategia política, no tiene nada que ver con despojo.
Todo ese poderío, toda esa tensión solo genera infelicidad – lo que el pequeño yo lee como virtud, traducido de una manera cristiana. Se nos enseñó que para llegar a algún lugar debemos de cargar nuestra cruz. Y, por supuesto, la mente cree que para llegar al aquí y ahora se debe de hacer lo mismo.
No te aproximas a lo real porque estás enterrado en pensamientos mal investigados. Te riges por conceptos obscurecidos, sustentados por una penumbra. Si encendemos la luz, se ocultan como ratas…
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